martes, 17 de junio de 2014

TDAH: conflictos entre hermanos

ISLA DE LA PALMA Asociacion Besay Asociación de Padres y Madres de Niñ@s y Jóvenes con Déficit de Atención e Hiperactividad: (TDAH) Teléfono Fax 922486562 Fundación CADAH
La situación en casa puede ser más complicada si hay un niño con TDAH. Los conflictos que se pueden generar afectan directamente a sus hermanos y/o hermanas. Invasión de su espacio, acaparamiento de la atención de los padres, peleas, etc. pueden ser frecuentes. Antes de plantear soluciones ante las constantes discusiones entre hermanos, debemos tener claro que hasta cierto punto estas riñas son normales y forman parte de la vida cotidiana de cualquier familia. Estas confrontaciones se presentan desde los primeros años de edad y durante la adolescencia, y son mucho más frecuentes cuando la diferencia de edad entre los hijos es muy poca. Causas Para entender el porqué es necesario enfocarnos en las causas, que pueden ir desde la personalidad de cada uno, la edad por la que están pasando en ese momento e incluso por la forma en como los padres afrontan dichas peleas. El que los niños se enfrenten constantemente es debido también a que existe una rivalidad innata al querer establecer un dominio sobre el otro, y además por el afán de llamar la atención de los padres y disputar el cariño de ellos. Los niños son muy egocéntricos, quieren ser el centro de interés de las personas y tener posesión de todo, entonces cuando tienen un hermano inevitablemente se presentan las disputas por los espacios, los objetos personales y la atención de los padres. Además de todo esto, hay ciertos aspectos relacionados con el TDAH, que propician otra clase de causas para estos enfrentamientos: ENVIDIA: El niño con TDAH tiene envidia de las oportunidades y los éxitos en el colegio conseguidos por sus hermanos. De igual manera, los hermanos pueden tener envidia de la libertad que tiene el niño con TDAH y de la atención adicional que le prestan los padres. RESENTIMIENTO: Los hermanos pueden estar resentidos porque al niño con TDAH se le trata de forma diferente y porque sus padres tienen poco tiempo para ellos. De igual manera, el niño con TDAH puede estar resentido con sus hermanos porque les permiten hacer cosas que él no puede hacer. BAJA AUTOESTIMA: El niño con TDAH puede tener una baja autoestima, sobre todo en comparación con sus hermanos/as. También los hermanos pueden tener la autoestima baja si experimentan el estigma asociado a la enfermedad de su hermano. IRA: Las diferencias, ya sean reales o percibidas por el niño con TDAH en comparación con sus hermanos/as, pueden provocar ataques de ira que a veces son muy perturbadores. También el comportamiento del niño con TDAH puede llevar a enfrentamientos de los hermanos. INTENTO DE LLAMAR LA ATENCIÓN: Los hermanos ven la atención que se presta al niño con TDAH, por lo que pueden imitar sus comportamientos para obtener tiempo y atención de sus padres. ¿Qué hacer? La rivalidad entre hermanos es una realidad diaria para los padres en general, que se acentúa para aquellos que tienen un hijo con TDAH. Por lo que es necesario tener en cuenta ciertas recomendaciones para evitar situaciones difíciles y que puedan generar conflictos graves: Debemos establecer reglas de disciplinas muy claras y equitativas para todos los miembros de la familia, tratando al niño según sus capacidades. Hay que ser justos con cada niño, con independencia de sus necesidades adicionales. Los padres deben explicarles las consecuencias de las peleas y las agresiones. No tomar partido hacia ninguno. No se trata de buscar culpables, para pelear se necesitan dos y por lo tanto la llamada de atención será todos los implicados. Evitar los castigos físicos porque eso reforzaría la idea de que la violencia es la solución de los problemas. Esperar a que la situación se tranquilice para hablar con cada uno de los implicados al respecto y reconocer sus sentimientos. Tener paciencia y hablar con calma al solucionar el conflicto. No debemos olvidar que somos el ejemplo, por lo tanto no debemos mostrar una conducta violenta. Tener en cuenta que la relación de pareja influye directamente en el comportamiento entre hermanos. Los niños aprenden por imitación, si la relación paterna es agresiva no podemos pedirle a nuestros hijos calma y respeto. Evitar comparaciones, favoritismo y la falta de atención a los hijos; solo sirve para agrandar más la rivalidad entre hermanos y afectar su autoestima. Pasar un tiempo con cada hijo a solas. Hay que pasar tiempo con cada niño a solas de manera regular, ya que así se evita el resentimiento. Elogiar las actitudes positiva. Esto logrará que esas buenas conductas se repitan con más frecuencia. Si las peleas se vuelven recurrentes e intensas y la situación se escapa fuera de control, es aconsejable buscar ayuda profesional.